Guion " complicidad"
El perro paso como una sombra ( sonido de una sombra), se ubico detrás de los postines del parque, alzo la pata derecha sobre el enmallado y soltó un chorro de ruido seco, seco y amarillento ( sonido de chorro de orina).
La muchacha le miro, pero no pensó en nada; en ese momento no había en que pesar, no había peso en el aire, solo levedad, lentitud hacia el vacío reconfortante. Miro a su amado a los ojos después de besarlo con ternura (sonido romántico).
- Te quiero - le dijo y volvió a besarlo (sonido romántico).
El muchacho casi se va de espalda, pero ella lo sostuvo por los brazos con cierta ternura y poca habilidad.
- Me oyes bien?
- Si - dijo el.
- Te quiero - volvió a decir.
- Se oye bien - dijo el -. Dímelo otra ves.
- Es verdad - musito ella.
Lo miro entonces con apremio. Como lo hacen los enamorados ( sonido romántico) con ojos de pasión y de cansancio. El muchacho la beso, sutil, suave, finamente.
- Yo también te quiero - dijo. - Y la abrazo con ligereza-, pero... porque tiene que ser así? - Pregunto.
- Como?
- ¡ Pero Olier! ¡ Al escondido! ¡ Siempre al escondido!
- No importa - dijo ella-. Algún día mis padres llegaran a quererte.
- Porque no ahora?
- Es mi primera ves - dijo ella -. Según he oído decir, la primera ves se ponen celosos y desconfiados.
El perro termino la tarea, se puso en cuatro patas y sacudió con fuerza su cuerpo ( sonido de sacudida) como si quisiera desprenderse de algo que lo incomodara. Comenzó a husmear (sonido de gemido de un perro) por el sendero del parque; un parque solitario, poco visitado por los niños y el resto de la vecindad por quedar en la parte trasera de las casas, al lado de la bananera. Muy cerca del peligro. Se oyeron después el sonido de unas palmadas (sonido de palmadas). El perro alzo la mirada hacia su amo , sin obediencia.
¡¡¡ NEGRO!!! - Grito el amo.
¡ Dios mío! - dijo la muchacha - ¡es el negro!
- Cual negro? De que negro hablas, Olier?
- El negro - dijo ella - el perro del profesor. Lo recuerdo bien, ¡ es el negro!
La muchacha volvió la mirada. El profesor estaba ahí llamando a su perro.
El perro paso como una sombra ( sonido de una sombra), se ubico detrás de los postines del parque, alzo la pata derecha sobre el enmallado y soltó un chorro de ruido seco, seco y amarillento ( sonido de chorro de orina).
La muchacha le miro, pero no pensó en nada; en ese momento no había en que pesar, no había peso en el aire, solo levedad, lentitud hacia el vacío reconfortante. Miro a su amado a los ojos después de besarlo con ternura (sonido romántico).
- Te quiero - le dijo y volvió a besarlo (sonido romántico).
El muchacho casi se va de espalda, pero ella lo sostuvo por los brazos con cierta ternura y poca habilidad.
- Me oyes bien?
- Si - dijo el.
- Te quiero - volvió a decir.
- Se oye bien - dijo el -. Dímelo otra ves.
- Es verdad - musito ella.
Lo miro entonces con apremio. Como lo hacen los enamorados ( sonido romántico) con ojos de pasión y de cansancio. El muchacho la beso, sutil, suave, finamente.
- Yo también te quiero - dijo. - Y la abrazo con ligereza-, pero... porque tiene que ser así? - Pregunto.
- Como?
- ¡ Pero Olier! ¡ Al escondido! ¡ Siempre al escondido!
- No importa - dijo ella-. Algún día mis padres llegaran a quererte.
- Porque no ahora?
- Es mi primera ves - dijo ella -. Según he oído decir, la primera ves se ponen celosos y desconfiados.
El perro termino la tarea, se puso en cuatro patas y sacudió con fuerza su cuerpo ( sonido de sacudida) como si quisiera desprenderse de algo que lo incomodara. Comenzó a husmear (sonido de gemido de un perro) por el sendero del parque; un parque solitario, poco visitado por los niños y el resto de la vecindad por quedar en la parte trasera de las casas, al lado de la bananera. Muy cerca del peligro. Se oyeron después el sonido de unas palmadas (sonido de palmadas). El perro alzo la mirada hacia su amo , sin obediencia.
¡¡¡ NEGRO!!! - Grito el amo.
¡ Dios mío! - dijo la muchacha - ¡es el negro!
- Cual negro? De que negro hablas, Olier?
- El negro - dijo ella - el perro del profesor. Lo recuerdo bien, ¡ es el negro!
La muchacha volvió la mirada. El profesor estaba ahí llamando a su perro.
