miércoles, 25 de mayo de 2016

EL PENDULO

- ¿Que es estar enamorado? -Pregunto la señorita Olier a su profesor.

- No  sé. Es tan difícil saberlo - dijo él-. ¿Has dormido bien últimamente?

- Incluso, he tenido que tomar -respondió ella.

- ¿Como es eso?

- Fueron sólo unos tragos -dijo-. Apenas alcanzaron a marearme.

- ¿Quien te ha llevado a casa después?

- Mi tío víctor.

- ¿Has hablado con tu tío Víctor sobre el enamoramiento?

- No. Creo que no entendería.

- No vuelvas hacerlo, Olier. A tu edad no son convenientes los tragos. Además, ir a casa después de tomar es peligroso, podrías  cometer errores en el trayecto, ya sabes, la oscuridad, la hora, la soledad. ¿Has dormido bien después de tomar?

- No al principio, después, no recuerdo siquiera que tuve pesadillas hasta la mañana. Pero quiero saber ¿qué es estar enamorado?

- ¿Has tenido pesadillas con frecuencia?

- Sí.

- ¿Cuanto hace que estás con tu novio?

- Un mes -respondió ella.

- ¿Y qué ha pasado?

- Lo vi en el parque con otra chica. Había quedado de ir a visitarme, no lo hizo, salí en bicicleta y lo vi. Parecían enamorados.

- ¿Por qué dices que parecían enamorados?

- Lo vi en sus caras.

- ¿Y qué fue lo que viste?

- No sé, vi cierta complicidad, quizá el destello de un secreto compartido.
 
Una leve sonrisa iluminó el rostro del profesor; leve, sin la mínima intención de ofender. Leve,  como si el misterio estuviese resuelto.

- ¿Es eso de estar enamorado? -Preguntó ella dejado asomar en sus palabras temblorosas, su confusión.

- Eso, y algo más -respondió él- ¿ Cuantos novios has tenido en tu vida, Olier?

- Con éste dos.

- ¿Cuánto tiempo duraste con el primero?

- Dos meses.

- Y, ¿qué paso?

- Me traicionó. O sea que descubrí, a través de una de sus hermanas, que vivía con otra mujer y que tenía una hija con ella.

- ¿Quién traicionó a quién? -preguntó el profesor.

- No lo sabía -dijo ella.

- ¿Y para entonces, te dieron pesadillas?

- Siempre -dijo ella-. Aunque fui feliz con él, sufrí mucho -aseguró.

 El profesor buscó su mirada. Allí, en sus ojos se despertaba por primera vez la turbación.

- Estar enamorado es estar feliz -dijo él con calma-. El enamoramiento oscila entre la felicidad y el sufrimiento -agregó-. ¿Y ahora?

- Me aseguraré de no volver a tener pesadillas -dijo ella-. Ya no vale la pena el sufrimiento.

Se levantó entonces de la silla donde estaba sentada haciendo un ademán de agradecimiento se marchó. El profesor la vio sobrepasar el umbral y desaparecer. Pocas veces, de su rostro se desprendía un gesto de satisfacción tan prolongado.

AUTORES:

VERÓNICA VALENCIA VELASQUEZ

VALENTINA ECHEVERRÍA RIVERA

REINALDO FERNANDEZ PEREZ

11-A

1 comentario:

  1. Muy bien Autores, ahora necesitamos que por cada línea del cuento, pongan entre paréntesis que sonido ambiental llevaría. De esta manera les compartiré por este medio para que puedan desarrollar un buen Audio Cuento!

    Saludos,

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